sábado, 18 de agosto de 2012

MÚSICOS DE ESPAÑA - Asturias

La canción asturiana, asturianada, tiene como en todas las regiones un origen eminentemente popular.
Estilos de composiciones musicales asturianas, tradicionales o de autor son:

- Las vaqueiraes
- Las tonaes soberanes
- Las tonaes arrieres
- Las tonaes dures y
- Las tonaes de la tierra.

Compositores como Del Valle, Sáez, Lavandera, Baldomero Fernández, Del Fresno y Torner influyeron notablemente en el desarrollo de la música asturiana. Fue a primeros del siglo XX cuando la música vocal asturiana vivió sus mayores años de gloria, muy especialmente la tonada. Paulatinamente pierde su nombre para adquirir el de asturianada.

No se han encontrado testimonios escritos sobre la tonada hasta 1885. El avilesino Rufino González-Nuevo y Miranda (1831-1921), fue pionero de la música asturianista, ya que suyo fue el primer cancionero publicado sobre la lírica popular asturiana, aunque es cierto que no se trata en puridad de un auténtico cancionero sino de un popurrí, tan característico de su época. Cabe pues inscribirle en una tendencia musical nacionalista con sus dos colecciones para piano sobre cantos populares asturianos, tituladas 'Todo por Asturias. Primer capricho pot-pourrístico' (1885), que recoge una suite de quince temas populares y una composición propia, y 'Todo por Asturias. Segundo capricho pot-pourrístico' (1887), con otros quince temas de similares características.

A pesar de no se haya encontrado ni investigado en profundidad el origen aún “oculto” del género, puede creerse que, como el flamenco en Andalucía, la canción asturiana hunde su raíz en el mismo corazón histórico del pueblo. La tonada, por eso, muestra una parte de el folklore, de ese “espíritu del pueblu” que estudiaron los filósofos del Romanticismo.

La tonada asturiana moderna nace del encuentro entre los compositores del Nacionalismu Musical Asturianu, movimiento musical que se corresponde con otros similares de Europa y América, y las voces tradicionales de la época.

Diez son el número de voces de aquellos primeros años de siglo XX que alcanzaron la consideración de clásicos. Diez voces que nacieron en el escaso intervalo de tiempo de doce años y que, del mayor al más pequeño, fueron:


 Ángel González Rodríguez (1889-1955), El  Maragatu, considerado de manera unánime por cantantes, musicólogos, aficionados y periodistas de su época como el intérprete número uno de la canción asturiana.

José Menéndez Carreño (1890-1978), Cuchichi,nació en Oviedo.
Empezó a cantar siendo muy joven y en 1905, ingresó en la Agrupación Coral e Instrumental Ovetense, que posteriormente se llamaría Orfeón Ovetense.

En 1914 fue escogido por Eduardo MartínezTorner para ilustrar un ciclo de conferencias-concierto en la Universidad de Oviedo sobre la música popular de Asturias.

En el Orfeón Ovetense coincició con JoséMaría artínez Suárez (Boton), con el que formaría dúo y, de nuevo de la mano de Eduardo Martínez Torner. viajaron a Cuba y Florida en el año 1917. Volvieron a estas tierras cubanas y mexicanas en 1924.



A la vuelta de estos viajes, el Orfeón organiza un concierto.homenaje que sería de donde nació el grupo Los Cuatro Ases, cuarteto que formarían Cuchichi, Botón, Miranda y Claverol. El cuarteto duró hasta el fallecimiento de Botón en 1941, en el que el cuarteto se disolvió.

Perteneció al Orfeón Ovetense y grabó su primer disco en La Habana en 1918. Formaría parte de los Cuatro Ases, cuarteto en los que tomaron parte Botón, Miranda y Clavero, durante más de 20 años.
Los Cuatro Ases

José Martínez Suárez (1892-1942), Botón, fue uno de los componentes de los Cuatro Ases. Igualmente perteneción al Orfeón Ovetense. 

Enrique Claverol Estrada (1892-1950), Claverol, fue uno de los tenores del grupo Los Cuatro Ases.

Vicente Miranda Rodríguez (1897-1975), Miranda. Componente del cuarteto de música asturiana Los Cuatro Ases. . En 1929, tras una actuación en la Exposición Internacional de Barcelona ante el Rey de España Alfonso XIII, el monarca decidió conceder la Medalla al Mérito del Trabajo a los miembros de Los Cuatro Ases.

Quin, el Pescador y
El Polenchu de Grao

Enrique Cienfuegos Martínez (1893-1952), Quin el Pescador

Prudencio Merino Álvarez (1897-1953, El Polenchu de Grao

Santos Luciano Sánchez Muñiz (1895-1948), Santos Bandera, fue considerado maestro de ayeranes.

Obdulia Álvarez Díaz (1896-1960), La Busdonga, En la década de los años 20 el compositor y pianista Baldomero Fernández trabajó con ella y Ángel González, El Maragatu; de esa colaboración salieron las principales tonadas dentro de este género.

Joaquín Martínez González
(Xuacu'l de Sama)
Joaquín Martínez González (1900-1935), Xuacu’l de Sama, ingresa en el Coro Santiaguín, donde recibió su formación musical y conoció a lo más granado de la canción asturiana. En varias ocasiones coincidió con Los Cuatro Ases, Juanín de Mieres o Lauro Menéndez.

A estas diez voces, a lo largo del siglo y hasta nuestros días fueron sumándose las de otra larga serie que siguen formando parte de la memoria colectiva de la música asturiana, como:
José Santos, Pepe’l Pantuxu de Sama, Laureano Menéndez González, Lauro, Manuel Alonso Díaz, El Panaderu, Juan Menéndez Muñiz, Juanín de Mieres, Josefina Fernández, Leonides Fernández, Diamantina Rodríguez, Luís Rodríguez García, El Ruiseñor de Carreño, José Ramón Morán Huergo, Morán, José Requejo Castañón, Pepe Requejo, Silvino Argüelles, José Noriega, Enrique García Palicio ,L’Abogáu....

En el libro La Tonada, los estudiosos Xaime Gabriel González Arias e Ismael González Arias opinan que, dentro de el terreno musical, no sólo puede hablarse de Asturias, ni puede reservarse el género de canción asturiana a las fronteras actuales, al estar el género disperso históricamente por los territorios de lo que los estudiosos llaman dominio lingüístico astur. Así, además de Asturias, este género se adscribiría a comarcas vecinas de Lugo, León y Cantabria.


Cuando vienes d'arrendar
Silvia Suárez y Moisés Martínez

A esto es interesante añadir que durante el tiempo que estuvo viajando por España con el grupo teatral La Barraca, el poeta Federico García Lorca, estudioso del folclor, recogió también canciones populares de Asturies y, en su célebre conferencia, “Les añaes infantiles”, muestra el influjo que las canciones intantiles de Asturias (“añaes”) y Galicia tuvieron en el folklore andaluz.
Hemos visto las voces más sobresalientes de la asturianada. Sobresalientes gracias a grandes compositores con los que se forma el círculo de la música asturiana.

Eduardo Martínez Torner (Oviedo, 1888 - Londres, 1955) fue un musicólogo, compositor y concertista. Alumno de Ignacio Ruiz de la Peña, organista de la catedral de Oviedo, cursó estudios de piano en Madrid. De 1912 a 1914, estudió en la Schola Cantorum de París con Vincent d’Indy.

Fue becado en 1916 por la Diputación de Asturias para proseguir sus estudios en Madrid. Colaboró con Menéndez Pidal en el Centro de Estudios Históricos, llegando a dirigir la sección de Musicografía y Folklore. En 1920 publicó el Cancionero musical de la lírica popular asturiana. Alojado en la Residencia de Estudiantes, participó con Jesús Bal y Gay en la recogida de materiales para lo que constituiría el Cancionero gallego publicado más de 40 años más tarde.

Martínez Torner fue capital en la revalorización del repertorio para vihuela del siglo XVI. Fruto de su trabajo con fondos bibliográficos antiguos son Colección de vihuelistas españoles del S.XVI y Narváez: El Delfín de la Música. 1538. Martínez Torner compuso dos zarzuelas: La promesa y La maragata.

Entre sus obras, destacan el Cancionero de la lírica popular asturiana (1920), Temas folklóricos. Música y poesía (1935),Lírica hispánica. Relaciones entre lo popular y lo culto (1966) y el Cancionero gallego (1974).


El Baile (E. Martínez Torner)
Coral Avilesina
Directora, Elena Baigorri

Se exilió en Londres al comienzo de la Guerra Civil Española y colaboró con programas de folklore en la BBC. Aparentemente preparaba su regreso a España en los meses anteriores a su muerte.

Baldomero Fernández
Baldomero Fernández Casielles (1871–1934). Nació en Oviedo. Músico y escritor ocasional en lengua asturiana. Fue Baldomero Fernández, al decir de algunos investigadores que se ocuparon de su figura, un hombre dotado para la composición y la ejecución musicales que por circunstancias adversas vio malograda su carrera como artista.

Interesado por el folclore tradicional, armonizó infinidad de melodías populares. Según afirma José Benito Álvarez-Buylla (1977) quiso “elevar las canciones asturianas al nivel de lieder de concierto”. En palabras d’Álvarez-Buylla, Baldomero Fernández “no es puramente un musicólogo o un coleccionista de antigüedades sino sobre todo un auténtico creador”.

Como soporte a su labor de recreación de obras tradicionales, creó en 1914 Canciones Asturianas, que agrupa cuarenta obras populares, armonizadas tanto para piano como para canto.

Es autor de diversas composiones inspiradas en la música tradcional asturiana; entre ellas De la tierrina (Danza asturiana para orquesta), Alborada para quinteto de cuerda y piano; Danza Vaqueira, para piano solo; Aramo, bellísimo Aramo o Rapsodia asturiana, ambas para piano.

Tanto en Asturias como en las colonias de emigrantes de Cuba y Argentina se representa con gran éxito el monólogo, en lengua asturiana, titulado Un día en Uvieo.

Murió en la miseria. Acompañando al piano a las proyecciones de películas de cine mudo.


Gabriel Martínez García publicó una biografía del músicu y compositor uvieín en 1975.

Anselmo González del Valle y González Carvajal (1852-1911). Silvio Itálico, seudónimo del escritor Benito Álvarez- Buylla, decía en 1924 sobre la grandeza de esta figura como compositor, pianista y erudito que, seguramente, le harían más justicia las generaciones venideras: "Tuve la ocasión de profundizar en la vida y en la música de González del Valle, mientras hacía mi tesis doctoral, y puedo afirmar que fue uno de los personajes que más contribuyó al desarrollo de Asturias en la etapa que va de la segunda mitad del XIX a los primeros años del XX; especialmente a nivel cultural, pero también en lo social y lo económico. Es pues casi de justicia este merecido homenaje".

Anselmo González del Valle nace en la ciudad de La Habana el 26 de octubre de 1852. Su padre, Anselmo González del Valle y Fernández Roces, había emigrado de Oviedo a Cuba en 1840 y allí se establece como empresario.

Comenzó los estudios de primaria en el Colegio de Belén de La Habana y, con seis o siete años, se inicia en el arte de la música con un tío materno, Manuel Francisco González Carvajal, al que familiarmente llamaban “tío Pancho”. Anselmo y Emilio Martín, su hermano, son enviados a vivir a Oviedo, permaneciendo el padre en La Habana al frente de sus numerosos negocios.

En 1863 los dos hermanos comienzan sus estudios de bachillerato en el Instituto de Segunda Enseñanza de Oviedo, donde el compositor se gradúa como Bachiller en Artes en 1869. En aquella época coincidieron en el Instituto de Oviedo con los escritores Leopoldo Alas (Clarín) y Armando Palacio Valdés. Tanto Clarín como Palacio Valdés relatan en sus obras como organizaron en la casa de los González del Valle una especie de ateneo cultural juvenil en el que hablaban de historia, literatura o arte, representaban obras teatrales, etc. Y parece que ya en su adolescencia González del Valle destacaba como pianista, tal como señala Palacio Valdés: “Por fin, uno de los dueños de la casa [se refiere a Anselmo] nos hacía oír en el piano algunas sonatas o trozos de ópera, pues ya entonces era un maravillosos pianista”.

Probablemente, al mismo tiempo que el bachillerato, Anselmo comienza sus estudios musicales con Víctor Sáenz. Es necesario mencionar aquí la inmensa labor de don Víctor Sáenz en Asturias: fue organista de la Catedral de Oviedo, director de varias bandas de música, fundador de la Academia de Música San Salvador de Oviedo, autor de varias composiciones musicales y, sobre todo, gran maestro de varias generaciones de músicos y compositores asturianos.

El escritor Constantino Suárez, en su obra Escritores y artistas asturianos, señala que “al mismo tiempo que su preparación universitaria, Anselmo González del Valle realizó estudios musicales con los mejores maestros de Oviedo y Madrid”.

Posiblemente fue el músico Charles Beck uno de los que más influyó en la formación pianística de Anselmo. Beck fue Primer Premio de Piano del Conservatorio de París y se estableció en Madrid desde finales del XIX como profesor de piano, destacando también su actividad como concertista.

En sus viajes por ciudades como Madrid o Barcelona, pero también fuera del ámbito nacional (París, Berlín, Leipzig o Roma) Anselmo tocaba como amateur en conciertos de carácter privado. Autores como Antonio García Miñor señalan que “pudo ser en su época uno de los primeros pianistas de Europa, pero despreció los más fabulosos contratos para anclar definitivamente su vida a Oviedo”.

 En 1879 González del Valle es nombrado académico correspondiente de la Academia de Bellas Artes de San Fernando, cuya sección de música se había creado recientemente. Tenía por entonces 27 años y ya era una de las personas de más relieve en la región, tanto desde el punto de vista social como cultural. A lo largo de su vida González del Valle reúne una biblioteca musical de renombre en su época y que, aún hoy, puede ser considerada de gran valor. Llegó a poseer una colección de más de 20.000 partituras; una parte de esta biblioteca la conservan los nietos del compositor y la otra fue adquirida en 1947 por el Instituto Español de Musicología (Consejo Superior de Investigaciones Científicas), de Barcelona.

González del Valle mantuvo relación con algunas de las personalidades más relevantes de la cultura española. Conoció a escritores, pintores y músicos como Francisco Asenjo Barbieri, Jesús de Monasterio, Tomás Bretón, Emilio Arrieta o Felipe Pedrell. Con Pedrell, que fue el padre del Nacionalismo musical español, tuvo Anselmo una estrecha relación, y le proporcionó varios temas tradicionales asturianos para su Cancionero Musical Popular Español (1922). Además, fue socio honorario de la Sociedad de Conciertos de Madrid.

Se han catalogado unas setenta composiciones suyas. Constituye un caso bastante peculiar como compositor, ya que toda su obra está escrita para piano, el instrumento que dominaba. Compuso seis Rapsodias españolas para piano, las añadas Yes nidia y No llores,  y los temas Paxarinos y No la puedo olvidar de la obra Veinte melodías asturianas para piano.

La Rapsodia asturiana sobre aires populares para piano, nº 2, op.27 fue compuesta alrededor de 1890. Está dedicada “a su amigo don Teodoro Cuesta, músico y poeta asturiano” y va precedida por dos de sus poemas: Asturias y La romería. La Rapsodia se abre con el tema de danza prima La virgen de Covadonga y luego se van desarrollando otras canciones tradicionales como No se va la paloma o Nadie plante su parra. La Rapsodia termina brillantemente, como queriendo imitar el final de una romería asturiana, con un popular y enérgico baile de gaita.

En La portada de la partitura de Rapsodia  figuran diversos símbolos asturianos: Don Favila contra el oso, un carbayón (roble), la Cruz de la Victoria rematada por la corona real (escudo del Principado), y la catedral de Oviedo.

Ignacio Piñeiro Martínez
Ignacio Piñeiro Martínez (1888-1969). Célebre autor de rumbas, claves y sones. Fundador del Sexteto Nacional. Uno de los más notables creadores de la música popular cubana del siglo XX. Nació el 21 de mayo de 1888 en el barrio de Jesús María, de la ciudad de La Habana. Siendo niño se trasladó con su familia al barrio de Pueblo Nuevo, donde se inició en la música popular y folclórica cantando en coros de claves infantiles.

Fue quien compuso en 1926 Asturias Patria Querida, según las últimas investigaciones realizadas por Fernando de la Puente Hevia. Hizo la canción para homenajear a su padre, Marcelino Roidríguez, que era asturiano de Grado y había vuelto a Asturias para morir. Se sospecha que la melodía fue adaptada de una que cantaban mineros polacos que iban a trabajar a las minas de las Cuencas Mineras del Caudal y de Mieres a principios de siglo XX.

Piñeiro viajó a España en 1929 con su grupo, el Septeto Nacional, para actuar en la Expo Iberoamericana de Sevilla. Intenta visitar a su padre, pero descubre que ha muerto, entonces hace una nueva letra después de cruzar Asturias “y tocar en Oviedo, Cangas de Narcea y Grado”

Asturias, Patria Querida es el himno oficial del Principado de Asturias, según establece la Ley 1/1984 de 27 de abril. Se trata de una canción popular, que estaba tan arraigada entre los asturianos que fue elegida finalmente como himno.

El himno se emplea en los actos solemnes de la Junta General y del Gobierno del Principado de Asturias y suele emplearse también como final de muchos actos de carácter cultural, musical, festivo, etc, acostumbrando a interpretarse y cantarse todos los años en el Día de les Lletres Asturianes (Día de las letras asturianas). Pese a su gran uso y la dignificación que tuvo la canción tras la aprobación de la ley, hay personas dentro de los movimientos asturianistas que lo siguen calificando como «excesivamente festivo y poco comprometido con la lucha.





Asturias, Patria querida,
Asturies, Patria querida
Asturias de mis amores;
Asturies de mios amores
¡quién estuviera en Asturias
¡Ai! ¡quien tuviera n'Asturies
en todas las ocasiones!
en toes les ocasiones.
Tengo de subir al árbol,
Tengo de subir a l' árbol,
tengo de coger la flor,
tengo de coyer la flor
y dársela a mi morena
y dà-yla a la mio morena
que la ponga en el balcón.
que la ponga nel balcón.
Que la ponga en el balcón,
que la ponga nel balcón,
que la deje de poner,
que la dexe de poner,
tengo de subir al árbol
tengo de subir a l' árbol,
y la flor he de coger.
y la flor tengo coyer.

miércoles, 15 de agosto de 2012

MÚSICOS DE ESPAÑA - Cantabria

Con muy buen criterio, Rosa María Conde López, profesora de Piano e Historia de la Música en el conservatorio Ataulfo Argenta de Santander, ha establecido diversas corrientes en el desarrollo de la música Cántabra.

La corriente conservadora (1890-1930) se caracteriza por las transcripciones y armonizaciones de obras populares, que de forma similar reunía las características del nacionalismo musical español.
Durante estos años fueron muchos los compositores que apoyaron el folclore cántabro. No todos eran oriundos de esta región. Una extraordinaria tarea de investigación y recopilación de melodías populares que tenían un sello característico de este folclore. 

Rafael Calleja Gómez
Rafael Calleja Gómez (Burgos 1870 – Madrid 1938), fue un prolífico compositor de zarzuelas y obras líricas. En 1899, con Ruperto Chapí, Sinesio Delgado, Carlos Arniches, y otros artistas, funda la Sociedad de Autores Españoles, cuyo nombre cambió por el de Sociedad General de Autores y Editores. En 1905, como participación en la música de Cantabria editó Cantos de la Montaña. Anteriormente, en 1900,  compuso la Suite Sinfónica Escenas Montañesas. Fue un gran conocedor del folclore de la región cántabra. También compuso, en honor a la ciudad que le vio nacer, el Himno de Burgos.

Ramón Sáez de Adana Alonso
Ramón Sáez de Adana Alonso (Vitoria-Gasteiz 1879 – Santander 1958), fue director de la Banda Municipal de Música en Castro Urdiales, lugar en la que fundó una escuela de música gratuita. En esta escuela se fundó una orquesta. En este centro inició sus estudios musicales Ataúlfo Argenta, que debieron ser básicos pues su iniciación al estudio se realizó en Madrid en 1927. Creó la Coral de Santander, lugar en el que en 1929, nuevamente, nació otra escuela de música, que, posteriormente, se transformó en Conservatorio, donde fue catedrático de Armonía e Historia de la Música. Su aportación como compositor a la música Cántabra, tiene una gran relevancia sus obras dedicadas a la música coral con un marcado acento del folclore montañés.

Luis del Castillo Camús, nacido en Santander, ofreció conciertos a los Reyes en el Palacio de la Magdalena. Es autor de Cuatro composiciones para piano, Polka para piano, María, vals para piano y Balbina, vals para piano, todas ellas publicadas en 1907. No se ha localizado más datos de este compositor.

Máximo Díaz de Quijano
Máximo Díaz de Quijano era amigo íntimo del conocido novelista José Maria de Pereda y tenía como él ideas carlistas.

Pereda, en su juventud, antes de decantarse hacia el género de la novela, escribió varias obras dramáticas, entre ellas tres libretos de zarzuela. Estas obras primerizas fueron publicadas en 1869 en un volumen titulado Ensayos dramáticos del que sólo se editaron 25 ejemplares. Se trata de las dos comedias Tanto tienes, tanto vales y Marchar con el siglo; y las tres zarzuelas Mundo, amor y vanidad, Palos en seco y Terrones y pergaminos. 

La música de Mundo, amor y vanidad y de Terrones y pergaminos corrió a cargo de su amigo Máximo Díaz de Quijano. La primera de ellas se estrenó el 21 de noviembre de 1863 en el Teatro Principal de Santander. Terrones y pergaminos se estrenó en 1866. También fue autor de algunas canciones para tonadilleras y cupletistas.

El Capricho - Comillas - Cantabria
A Díaz de Quijano se le relaciona en muchas ocasiones con Comillas, en virtud de que su hermana Benita casó con Claudio López y López, hermano del primer marqués de Comillas. En 1883  encargó a Gaudí la construcción de una casa en esta localidad, construcción que se terminó en 1885: El Capricho. No pudo disfrutar de este palacete, ya que murió el 7 de julio de 1885. 

José Lucio Mediavilla, (Torrelavega, 1890–1958). Su precoz vocación de organista es captada por su padre. Finaliza sus estudios de piano, violín, armonía y composición en el Real Conservatorio de Madrid. Poco después es primer violín en el Teatro de la Zarzuela de Madrid. Falla le elige para el ensayo y estreno del Amor Brujo, en el estreno de esta obra en Valencia y en Barcelona. Fue autor de numerosas obras, interpretadas por Raquel Meyer, la Fornarina y la Goya. Acompañó al piano a voces primerísimas de su época, como Hipólito Lázaro, Miguel Fleta o Pastora Imperio.

Fue autor de zarzuelas, como La Capa blanca, Los Pícaros estudiantes o Aires de la Montaña. Tras su estancia en Europa, y sobre todo en Roma ocupó la dirección del Conservatorio de Torrelavega. Escribió obras basadas en el folklore de Cantabria.

Salutación a la Montaña
José Lucio Mediavilla


Alfonso Ruiz Martinez (1915-1979) nacido en Laredo. Es autor de la música de la zarzuela La Galerna es considerada como la zarzuela de Laredo. El libreto es de  Ángel Gutierrez Urzúe. Fue estrenada en diciembre de 1941 en el Salón Cantabria, de Laredo.


Mozuca en la Romería
Música de Alfonso Ruiz Martíne
Coro de Voces Graves Los Templarios de Castro Urdiales 


José María Nemesio Otaño y Eguino

José María Nemesio Otaño y Eguino (Azcoitia 1880-San Sebastián 1956), conocido como Padre Otaño. Su obra se ha incorporado a Cantabria por su dedicación a Comillas. Otro aspecto de su vida la hemos reseñado en el apartado de País Vasco. Compositor y musicólogo Ingresó muy joven en la Compañía de Jesús. Fue compositor, pedagogo, y director de la Schola Cantorum de Comillas desde 1910 a 1919. Para la Schola de Comillas compuso muchas de sus mejores obras polifónicas, tanto religiosas como profanas. Entre 1940 y 1951 dirigió el Conservatorio de Madrid, fundó la revista Ritmo, fue presidente de la Orquesta Filarmónica, fue designado académico numerario de la Real Academia de San Fernando en 1940.

Aún no era sacerdote, contando con veinticinco años, cuando planeó el Primer Congreso de Música Religiosa de Valladolid, que se celebró en 1906. Se puede considerar que este Congreso dio pie al desarrollo de la música religiosa en España. También se organizaron sendos congresos en Sevilla y Barcelona. A raíz del Congreso de Valladolid, fundó y dirigió la revista Música Sacro Hispana. Posteriormente, en 1909, publicó la Antología Moderna Orgánica Española. Esta obra tuvo un eco extraordinario en el extranjero y fue básica entre los más importantes organistas de entonces.

Como compositor dedico una atención muy especial al género religioso. La interpretación de sus obras exigía una especialización muy especial, tanto en los coros como en los organistas. Motetes, himnos, el Miserere a cinco voces son difíciles de interpretar, por lo que es raro ver su inclusión en programas de concierto. De estas características es una de sus últimas obras Tota Pulchra. Sin embargo en su cancionero popular religioso evitó la dificultad de otras obras utilizando un  lenguaje más sencillo. Es habitual escuchar Dueño de mi vida, la emocionante Estrella hermosa que conmovió a Enrique Granados. También Himno a San Ignacio de Loyola, Doce cánticos al Sagrado Corazón……..


  Estrella Hermosa
José María Nemesio Otaño y Eguino (Padre Otaño)
Coro Sol Nascente

En el género profano, compuso Suite Vasca, que transcribió Granados para piano, Canción del carretero, La Montaña, Canciones para canto y piano en forma de lied.

El Padre Otaño adaptó un toque militar de ordenanza, para sintonía de Radio Nacional de España




José Ignacio Prieto Arrizubieta (Padre Prieto) (Gijón 1900-Alcalá de Henares 1980)). Jesuita, compositor y director de coros, nació en Gijón el 12 agosto 1900, en el seno de una familia muy religiosa, pues su hermano Luis, pianista, fue hermano coadjutor en la Compañía, al igual que su padre, Jenaro; mientras su hermana y su madre se hicieron religiosas.

En 1909 se trasladó con su familia a Bilbao, pues sus padres querían que los dos hijos varones tuvieran la oportunidad de estudiar con maestros musicales como Jesús Guridi. Eligieron esta ciudad «por la intensidad musical de la misma» (Carlos Muñoz Álvarez).José Ignacio estudió piano, armonía y órgano en el Conservatorio de Madrid.

Entró en la Compañía de Jesús en Loyola el 12 de agosto de 1915, y desde entonces dirigió el coro en casas de estudios: Loyola, Carrión, Oña y en Comillas mientras estudiaba Filosofía. En 1932 fue destinado a Comillas como director de la Schola Cantorum, sustituyendo a Nemesio Otaño (el Padre Otaño) que la fundó en 1910. Durante la guerra civil fue capellán militar. Después de la guerra siguió dirigiendo la Schola de Comillas, a la que elevó a alta perfección, especialmente en los conciertos de Santa Cecilia y Semana Santa, que se transmitían por Radio Nacional de España. Con la Schola organizó giras dando conciertos dentro y fuera de España (París, Berlín, Bruselas, Tokio). 

Durante los años 1955-60 fue profesor en el Instituto Pontificio de Música Sagrada de Roma, sin dejar de volver a Comillas para dirigir  el coro durante la Semana Santa. Al trasladarse desde la  Universidad de Comillas a Madrid no fue posible permanecer en  la antigua Schola, pero Prieto fundó entonces la Coral de Santo Tomás de Aquino de la Universidad Complutense. Fue director nacional de la Federación de Pueri Cantores (desde 1950). 

Pasó los últimos años retirado en Alcalá de Henares, donde murió el 11 de diciembre de 1980.Fue discípulo del Padre Otaño, de quien recibió la orientación precisa para ser compositor, director, organista y musicólogo.

Compuso abundante música coral religiosa, madrigalesca o de raíz popular, sin olvidar la puramente instrumental como lo muestra su notable Sinfonía cántabra. Entre sus obras destacan Responsorios para Semana Santa, Missa Iubilaris (a seis voces mixtas),  Tres coros de estilo madrigalesco, Las hogueras de San Juán y otras.Y en el de la creación de espíritu sagrado, no atenido a la liturgia, debemos recordar las cantatas Pasce oves meas y La caída de Babilonia.


In Monte Olivetti
José Ignacio Prieto
Coro Musicalia
Director Ignacio Nieto



Eustaquio Gurruchaga Oliden
Eustaquio Gurruchaga Oliden (1897-1988), Compositor, organista y director musical. Nace en la localidad guipuzcoana de Aizarna el 20 de septiembre de 1897 y muere en Santander el 8 de junio de 1988. Inicia su formación como organista en Azpeitia y Valmaseda. Durante su estancia posterior en el Seminario de Comillas, amplió sus estudios musicales con el profesor Nemesio Otaño. Al poco tiempo, se trasladará a San Sebastián, donde estudia órgano, armonía y composición, y conoce al organista Luis Urteaga, quien se convertiría con el tiempo en su principal maestro. En 1927 consigue la plaza de organista y director de la Banda Municipal de Ampuero (Cantabria), puesto que ocupará hasta su jubilación en 1963. A partir de 1950, compaginará su cargo de organista de la parroquia de la Consolación en Santander, con la de profesor de piano en el Seminario de Corbán. A lo largo de su vida trabajará también en la dirección de diversos coros y ochotes.

Portada de "Ave María" de Eustaquio Gurruchaga
Compuso varias obras de música religiosa tradicional, trabajando principalmente el género de la misa y el motete. Así, podemos citar obras como Misa de Requiem Tertia (2-3V, órg.), Maria Mater Ecclesiae (3-4V, órg.), Iubilate Deo (3V, órg) o Gaudeamus in Domino (3V, órg) dentro de las primeras; entre los motetes que compuso, contamos con Victimae paschali laudes (3V, órg.), Corazón de mi amable Salvador (3V, órg.) o Ave María (bar., órg), entre otros. Tampoco debemos olvidar sus composiciones profanas. Así, sus canciones para coro, entre las que se encuentran Ecos del mar y Amatxo maitea, la suite romántica para piano, o sus zarzuelas El hidalgo y El mastín, esta última estrenada en el Teatro Pereda de Santander, bajo la dirección del propio autor en 1954.

Se jubiló como director de la Banda de Ampuero en 1963 y hasta su fallecimiento el 8 de junio de 1988, con noventa y dos años, continuó tocando el órgano en innumerables parroquias de Cantabria, dirigiendo coros y componiendo.

Juán José  Guerrero Urreisti
Juan José Guerrero Urreisti (San Sebastián 1901-Arroyo de las Fraguas, Guadalajara1980). Compositor, director y editor. Su padre, director de la Banda de Música Municipal de Reinosa desde 1910, le enseñó las bases del solfeo, la composición y la armonía así como la interpretación del clarinete y el piano. Así, en 1921 pasó a dirigir él dicha banda y en 1925 creó la Agrupación Artística Reinosana, junto a una serie de músicos e intelectuales. 

Ese año compuso su primera zarzuela, El Indiano, y las canciones Las Segadoras, La romería, Popurrí de aires campurrianos, Mozuca en la romería y Canción del pastor
Partitura del Himno a la Montaña, himno oficial de Cantabria
En 1926 escribió la letra y música del Himno a la Montaña, que fue elevado al rango de Himno Oficial de Cantabria en 1987. En 1933 ingresó como socio fundador en el Cuerpo de Directores de Bandas Civiles y revalidó oficialmente en los conservatorios de Madrid y Bilbao los estudios de piano, composición y todas las asignaturas complementarias. 

En 1943 se trasladó con su familia a Madrid y desde 1945 hasta la década de 1970 dirigió y editó la revista Unión de Compositores y Escritores (UCE), con la idea de ser punto de encuentro y lugar de publicaciones para escritores, compositores y artistas en general españoles. En 1958 comenzó una época muy fructífera, en la que compuso No le quiero que sea molinero, Dulce nombre de María, Castellana, Ávila monumental, Cuando braman las olas, la zarzuela A la sombra del henar, la comedia Era necesario un torrente, etc. 

En 1960 obtuvo la plaza de director de la Banda Municipal de Ávila. De su amistad con Gerardo Diego nació en 1971 el himno Pico tres mares, año también en el que estrenó la comedia Iparraguirre, en el Teatro Principal de San Sebastián. 

Se le puede considerar uno de los compositores más representativos de la música regional costumbrista de Cantabria y uno de los creadores de música tradicional y armonizador de folclore. El folclore andaluz le inspiró la zarzuela Oro verde (1952), El Indiano de Cádiz (1951),  la Estampa folclórica norteña (1940) Ay paxarina mía y Ávila monumental. De las 161 obras que componen su orpus, 49 son canciones para coro a capella, 26 para música de voz e instrumento, 20 para banda de música, 15 para piano, 7 obras para agrupaciones instrumentales (música de cámara, rondalla, y agrupaciones folclóricas), 11 obras escénicas (zarzuelas, sainetes y comedias) y 24 libretos de zarzuelas, comedias y estampas.

No dejó en ningún momento su labor musical. Estaba trabajando en la creación de una ópera, Colón, cuando el 14 de abril de 1980 falleció en Arroyo de las Fraguas, de Guadalajara.


Arturo Dúo Vital
Arturo Dúo Vital (Castro Urdiales 1901-1964). Se inicia en los estudios musicales con su hermana Eloísa, quien le enseña solfeo y piano, aunque su vida no parecía ir por ahí, ya que años después comenzaría a trabajar como empleado de Banco en su ciudad natal. Desde su ciudad natal se desplazaba a Bilbao para recibir clases de música en la capital vizcaína. En esta época ingresa en la Sociedad Coral de Castro Urdiales, de la que pronto se convierte en director. Su labor eleva la calidad de la coral, a la que se incorporaran por primera vez mujeres. En 1930 marcha a París para formarse musicalmente con los mejores maestros del momento. Allí ingresa en la École Normale de Musique, donde tiene como maestro de composición a Paul Dukas, junto a Jesús Arambarri y Joaquín Rodrigo y Wladimir Golschmann le imparte clases de dirección en su domicilio. Allí entra en contacto con las corrientes musicales de vanguardia, gracias al estudio y a la asistencia cotidiana a conciertos, y recibe la influencia de Debussy, Ravel, Stravinski, incluso de Wagner, compositor mal considerado por la intelectualidad musical parisina. Regresa a España en 1932 y se instala en Madrid, donde recibe clases de dirección de orquesta de Enrique Fernández Arbós.

Estatua de Dúo Vital en
Castro Urdiales
E 1939 obtiene el primer premio de Composición en Bilbao con Seis canciones montañesas para voz y piano. Posteriormente en el año 1945 se traslada a Villacañas (Toledo) donde fue director de la Escuela y la Banda Municipal de Música. Obtuvo el premio del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife con Seis canciones españolas para voz y piano en 1947. En 1949 es nombrado profesor de solfeo y teoría de la música en el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y en 1956 de armonía y composición en la Escuela Superior de Música Sacra. Fue director artístico de la Sociedad Coral de Castro-Urdiales, de los coros del Teatro Lírico Nacional y del Coro Santo Tomás de Aquino de Madrid. Otro premio conseguido en 1955 fue el de Nacional de Música con Sonatina (quinteto para instrumentos de viento).
Fallece en su pueblo natal en 1964.

Entre sus obras figuran numerosas piezas corales, zarzuelas, música de cine, música para documentales y hasta una ópera, siendo quizá la más famosa sus Seis canciones montañesas, para voz y piano. Su primera zarzuela es La princesa gitana, también conocida como La Tonadillera, que recrea la vida de "La Caramba", una famosa cantante del siglo XVIII. Ya en 1953 compone su otra zarzuela, La fama de Luis Candelas
.
Entre sus obras para orquesta destaca la Suite montañesa, Trío para flauta violonchelo y piano, Cuarteto en sol y la ya mencionada Sonatina para quinteto de viento.
Pero sus obras más conocidas y de mayor calidad musical son las de música coral: El metro de doce, Mañanitas floridas, Date la vuelta, Boda sonada, La bella Lola (habanera), etc. Por su obra coral es considerado por muchos como el principal representante del regionalismo musical cántabro.


Coro Valdeluz
Por último, compone la ópera en tres actos El Campeador (1963), con libreto de Guillermo Fernández Shaw, finalizada poco antes de morir.



Jesús de Monasterio y Agüeros
Jesús de Monasterio y Agüeros (Potes – Cantabria 1836-Casar de Periedo 1903 violinista compositor español. Da nombre a uno de los dos conservatorios de Santander, Cantabria (llamándose el otro en honor a Ataúlfo Argenta.

Junto a Pablo Sarasate es el mayor representante de la escuela violinística española, en la que destaca como clasicista. Tras sus primeros estudios, se traslada a Bruselas donde estudia con Bériot.En 1852 obtuvo el premio de honor del Conservatorio de Bruselas. Antes de regresar a España, pasa por París en la que visita a su gran amigo Arístides Cavalle-Coll. Éste le propone ir juntos a ver a un notable artista. Es presentado a Charles Gounod. Desde allí comienza una carrera brillante como virtuoso por Europa antes de volver a instalarse en España para ejercer aquí labores de alta docencia y de organización e impulso de la vida musical. En Madrid fue director del Conservatorio Nacional de Música sustituyendo a Emilio Arrieta, músico de la Real Capilla y académico fundador de la Sección de Música en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Como docente formaría a la mayor parte de los violinistas activos de relevancia en la España de principios del siglo XX.

Participa en el alhambrismo -imitación de la Alhambra de Granada; se ha aplicado a la literatura, a la música y, por supuesto, a la arquitectura y a las artes decorativas-  y su labor es fundamental en la introducción de las obras de Wagner en el panorama musical español y uno de los más importantes difusores de la música de cámara. Junto con el pianista Juan María Guelbenzu funda en 1863 la Sociedad de Cuartetos de Madrid que difundiría por primera vez en España las más importantes obras de cámara del clasicismo y del romanticismo. En 1866, junto a Barbieri y Gaztambide funda la Sociedad de Conciertos de Madrid, clave en el ambiente musical español, con la que se dedica a la promoción del sinfonismo alemán, especialmente las sinfonías.

En sus últimos años se dedica casi en exclusiva a la enseñanza musical, poniendo las bases de la escuela violinística española. En el año 1887 se crea para él en el Conservatorio de Madrid la cátedra de Perfeccionamiento de Violín y de Música Instrumental de Cámara, a la que pasa después de abandonar la suya de Violín. A sus clases sólo tenían acceso los alumnos que hubiesen obtenido primeros o segundos premios en violín en los últimos concursos públicos de la Escuela de Música, a los premiados en concursos de otros países o los que demostraran, mediante un examen de selección las condiciones necesarias para ingresar en dicha clase. Enttre los que pasan por sus manos destacan Eduardo Fernández Murrió, Francisco Torres, Teodoro Ballo, Enrique Fernández Arbós, Andrés Goñi, Julia Rogel, Andrés Gaos o Julio Francés, entre los violinistas, y Juan Ruiz Casaux y Pablo Casals entre los violonchelistas.

Su salud fue siempre débil. Era tal su sensibilidad que un ruido, una discordancia, una torpeza herían el oído de Jesús de Monasterio. En la primavera de 1902, resolvió retirarse a Casar de Periedo.

En el Casino del Sardinero, asistiendo a un concierto del Orfeón Cántabro, al final del mismo, el público insistentemente pide ¡que toque don Jesús! Interpretó Adiós a la Alhambra que fue su último adiós musical.

Falleció el 28 de septiembre de 1903 en Casar de Periedo.


Adiós a la Alhambra (Jesús de Monasterio)
Orquesta Arsian - Director, Juan de Udaeta
Violín, Jesús Reina

Como compositor su obra es fundamentalmente violinística. En ella destacan:
Fantasía original española (1853),  Grande Fantasie Nationale (1855)Sierra Morena (1877),Concierto en Si menor, todas ellas para violín y orquesta.
Para violín y piano Adiós a la Alhambra (1855).
Marcha fúnebre y triunfal (1864)
Scherzo fantástico, compuesto en Madrid en noviembre de 1865, ocorregido en Potes en septiembre de 1866 y estrenado el 15 de marzo de 1868 por la Sociedad de Conciertos de Madrid, bajo la dirección de Barbieri.
Melodía para orquesta (1872), Melodía para violín o violonchelo y piano (1874), dedicada a su amigo, Victor Mirecki.  Estudio de concierto en si bemol (1875), para arpa, oboe, clarinete, trompa y orquesta de cuerda.
Veinte estudios artísticos de concierto por lo que el 21 de octubre de 1878 recibe, en la Exposición Universal de París, la Medalla de Plata.
Y para orquesta de cuerda, Andantino expresivo (1881) y Andante religioso.


Miguel Angel Samperio (1936-2000), compositor, pianista y docente. Recibió sus primeras lecciones musicales de su padre (violinista). Estudio piano en los conservatorios de Santander y Madrid, siendo sus profesores Lutgarda Marañón, Ramón Sáenz de Adana, Amparo Fúster y Victoriano Echevarría.

Formó parte de conjuntos musicales modernos como Los Cántabros. Viajó por Europa, Hispanoamérica y Marruecos. Fue profesor ayudante del Conservatorio Superior de Madrid. En 1966 estudia en París con Nadia Boulanger. En 1969 obtiene la cátedra de Música de Escuelas Normales y se traslada a Santander.

En 1980 funda la Asociación Española de Musicoterapia. Dirigió la sección musical del Ateneo de Santander.. Dos años más tarde estuvo al frente del Aula de Música de la Universidad de Cantabria y de la Escuela Universitaria de Formación del Profesorado. Organizó conciertos para la Fundación Marcelino Botín y mantuvo sus actividades interpretativas y creadoras, recibiendo encargos de la Caja de Ahorros de Santander, el Festival Internacional de Santander, el Centro de Difusión de la Música Contemporánea y la Asociación de Compositores Sinfónicos Españoles.

Supo combinar su desarrollo artístico con la docencia, siendo uno de los principales impulsores de la nueva generación de compositores surgidos en Cantabria en la segunda mitad del siglo XX, y siendo además un estudioso de la historia de la música.


Voltead Campanas (Miguel Ángel Samperio)
Orquesta y Coro de alumnos del Conservatorio Jesús de Monasterio de Santander
Director, Emilio Otero
Soprano, Rebeca Salcines

Miguel Angel Samperio fue autor de numerosas obras, entre las que destacan conciertos y sonatas para violín, violoncello, orquesta y coro, como la Rapsodia de Canciones Montañesas, Danza primaveral de las abejas, Misa Polifónica Cántabra, Himno a la Universidad de Santander y Danzas Cántabras. La mayoría de sus composiciones han sido grabadas por Radio Televisión Española.
También compuso Diez comentarios teóricos a una idea musical obra escrita y dedicada al Dúo Kotliarskaya-Comesaña.


Ataulfo Argenta (Castro Urdiales (Santander) 1913 - Los Molinos (Madrid) 1958). Se han citado a numerosos compositores cuya aportación musical han llevado al éxito a Cantabria y a España. No se podría cerrar este capítulo dedicado a los Músicos de España de Cantabria sin mencionar a un músico que ha enseñado a Europa lo que es Castro Urdiales, lo que es Cantabria, y, por supuesto, lo que es España.
Su nombre completo era Ataúlfo Exuperio Martín de Argenta Maza. Fue el único hijo de Juan Martín de Argenta y Laura Maza.
Con doce años comienza sus estudios musicales asistiendo a clases impartidas en el Círculo Católico de Castro. Primero fue solista de coro y más tarde inició su aprendizaje de las materias de solfeo, piano, violín y viola.
En 1927 se trasladó a Madrid a estudiar música en el Real Conservatorio de Madrid como alumno de Manuel Fernández Alberdi. Allí destacó rápidamente como pianista. En el año 1931 obtuvo el premio Kristina Nilsson, lo cual le permitió viajar a Bélgica para estudiar con el maestro Armand Marsick en el prestigioso Conservatorio de Lieja, y posteriormente con Winfrend Wolf en Kassel y Berlín.
En el transcurso del año 1935, fue contratado como maestro interino en la temporada de ópera del Teatro Calderón, donde el equipo artístico estaba encabezado por Giacomo Lauri-Volpi y Miguel Fleta. Fue profesor de piano por oposición en el Conservatorio de Kassel (Alemania). 
De regreso a España, le sorprendió la Guerra Civil Española durante una gira de conciertos y se trasladó a Segovia en un intento de acercarse a Madrid. Allí fue movilizado en el Batallón de Transmisiones de Segovia. Tras su desmovilización, se casó con una antigua compañera del Conservatorio, Juana Pallarés Guisasola. Se vio en la necesidad de tocar en teatros y en orquestas menores para ganarse la vida. Finalmente obtuvo una beca para estudiar en Alemania con el maestro Carl Schuricht. Siguiendo su consejo, y después de actuar como pianista con grandes éxitos en España y en el extranjero, se dedicó exclusivamente a la dirección. Fundó la Orquesta de Cámara de Madrid y al año siguiente, en 1945, ingresa como profesor de piano en la Orquesta Nacional de España. 
En 1947 fue nombrado director de la Orquesta Nacional de España, convirtiéndose primero en el segundo director de la institución, y posteriormente en el profesor titular, sustituyendo al ilustre maestro Bartolomé Pérez Casas. Dirigió el Concierto de Aranjuez, de Joaquín Rodrigo en el Teatro Español de Madrd con la Orquesta de Cámara de Madrid. El solista de guitarra fue Narciso Yepes. Estos mismos artistas, repitieron el concierto y el éxito en París.. Posteriormente Argenta y Yepes hicieron la primera grabación en vinilo. Este disco fue el más vendido durante varios años en Europa, América y Japón. A partir de ahí, la carrera de Argenta fue una sucesión ininterrumpida de brillantes éxitos 
Programa de concierto
7 de septiembre de 1947
Fue director invitado de la Orquesta Nacional de Francia. Se especializó en la música romántica alemana y en la música española, sintiendo predilección por el compositor Manuel de Falla. Por su distinguida carrera le concedieron la Cruz de Isabel la Católica, la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio, y la medalla de oro de Castro Urdiales estas dos últimas a título póstumo. Además, fue nombrado miembro de la Academia de Bellas Artes en 1956.
Entre sus más reconocidas interpretaciones se encuentran la Rapsodia española de Maurice Ravel y las Danzas españolas de Moritz Moszkowski. Quienes trabajaron con él recuerdan su gran seriedad, maestría técnica y rigor. Dedicó una gran atención al género de la Zarzuela, consiguiendo que las grabaciones de las zarzuelas más importantes fueron las más admiradas.
Su excepcional capacidad como director le llevó a dirigir numerosas orquestas extranjeras y recibió numerosas ofertas para desarrollar su carrera en el extranjero. 
En 1953, Ataúlfo Argenta dirigió las nueve sinfonías de Beethoven en el Festival de Santander, siendo homenajeado por su conciudadanos. En 1955, por razones de salud, se tomó una temporada de reposo. Ya en abril del año siguiente retornó al podium. Este mismo año fue nombrado miembro de la Real Academias de Bellas Artes de San Fernando, para cuya sesión de ingreso preparó un discurso titulado "La dirección de orquesta a través de los grandes maestros.
Pocos días antes de su muerte, Ataúlfo Argenta había conseguido uno de los mayores éxitos de su vida artística, dirigiendo en el Palacio de la Música primero, y luego en el Monumental Cinema de Madrid, el oratorio de Georg Friedrich Händel El Mesías.
Argenta murió en la localidad de Los Molinos, Madrid, en 1958, en extrañas circunstancias: parece que por inhalación de monóxido de carbono en su garaje, donde tenía el coche con el motor en marcha.
El día 31 de enero, diez días después de su fallecimiento, la Orquesta se presentó por primera vez al público sin su admirable director. Los músicos, en pie, interpretaron con impresionante expresión de dolor el coral de la Cantata 140, de Johann Sebastian Bach, escuchada por el público también en pie, y en un religioso silencio.

Este capítulo termina, como no podía ser de otra forma,  con el Himno de Cantabria. El 6 de marzo de 1987 la Asamblea Regional de Cantabria, presidida por Ángel Díaz de Entresotos, mediante la ley 3/1987, acordó convertir el Himno a la Montaña, compuesto en 1926 por el maestro Juan Guerrero Urresti, a instancias de la entonces Diputación Provincial de Santander y con los posteriores arreglos de José del Río Saiz, en el Himno Oficial de la región. Esta interpretado por la Coral Salvé de Laredo.








lunes, 28 de mayo de 2012

MÚSICOS DE ESPAÑA - Galicia


MARTÍN CODAX

Martín Codax (o Martim Codax) fue un juglar gallego, posiblemente de Vigo, por las continuas referencias a dicha ciudad en sus poemas, de entre mediados del siglo XIII y comienzos del siglo XIV. Apenas existen datos sobre la identidad del personaje.


El Pergamino Vindel (Pierpont Morgan Library, New York, Vindel MS M979).

El corpus literario a él atribuido se limita a 7 cantigas de amigo que figuran en los cancioneros de lírica galaicoportuguesa y en el Pergamino Vindel, en el que figura su nombre como autor de las composiciones. El descubrimiento de este pergamino fue fruto del azar: en 1914 el bibliógrafo Pedro Vindel lo encontró en su biblioteca, sirviendo de guarda interior a un ejemplar del De officiis de Cicerón.

Los poemas de Martín Codax que figuran en el pergamino son los siguientes (sin título, se citan por su primer verso):

§ Ondas do mar de Vigo

§ Mandad'ei comigo ca ven meu amigo

§ Mia yrmana fremosa treides comigo

§ Ay Deus se sab'ora meu amado

§ Quantas sabedes amar amigo

§ En o sagrad' e Vigo (Sólo texto, sin notación musical)

§ Ay ondas que eu vin veer

Gracias al pergamino Vindel, se conserva también la notación musical de estas composiciones.



Mandad'ei comigo  Un mensaje he recibido


Mandad'ei comigo, ca ven meu amigo. E irei, madr' a Vigo
Un mensaje he recibido, que viene mi amigo. E iré, madre, a Vigo 

Comigo'ei mandado,  ca ven meu amado. E irei, madr' a Vigo
Conmigo tengo un mensaje, que viene mi amado. E iré, madre, a Vigo 

Ca ven meu amigo e ven san' e vivo. E irei, madr' a Vigo

Que viene mi amigo y viene sano y vivo. E iré, madre, a Vigo 

Ca ven meu amado e ven viv' e sano. E irei, madr' a Vigo

Que viene mi amado y viene vivo y sano. E iré, madre, a Vigo 

Ca ven san' e vivo e d'el rei amigo E irei, madr' a Vigo

Que viene sano y vivo y del rey amigo. E iré, madre, a Vigo 

Ca ven viv' e sano  e d'el rei privado. E irei, madr' a Vigo

Que viene vivo y sano y del rey favorito. E iré, madre, a Vigo

Las cantigas de amigo son el género más antiguo de la lírica gallega. Fue cultivado con especial predilección por los compositores gallegos, pero inspiraba también a los grandes compositores extranjeros. El trovador occitano Raimbaut de Vaqueiras escribió una pieza al estilo de la cantiga de amigo a finales del siglo XII.

El estilo de la cantiga de amigo es una combinación de pequeños y muy contados elementos, muy refinados y elaborados al mismo tiempo. Una cantiga de amigo típica se compone de estrofas de dos versos más estribillo. La melodía del primer verso se repite en el verso siguiente, sutilmente adornada y cambiada; la cadencia queda suspendida para dar paso al estribillo. El estribillo introduce un nuevo material melódico, con el que se explora otra parte de la escala. Con más frecuencia que en las cantigas de amor, las frases musicales coinciden con la longitud de los versos del texto: cuando se acaba el verso, se acaba también la frase. 

El texto poético juega con los paralelismos y repeticiones, con imágenes simbólicas, y se centra en la contemplación de las emociones y sentimientos de una muchacha enamorada.

CARLOS VILLANUEVA

Aún nacido en Melilla,en 1949, se le puede considerar como uno de los músicos relevantes de Galicia. A partir de los cuatro años residió en Lugo y toda su actividad musical la ha concentrado en la música de Galicia.

Es catedrático de Música en la universidad de Santiago. Publicó varios libros “Los villancicos Gallegos”, “El Pórtico de la Gloria. Música, Arte y Pensamiento”. Para el congreso internacional de Oviedo de 1998,  “La Música en Piedra en el Camino de Santiago”.

De su trayectoria literaria en revistas especializada o como crítico musical, se ha entresacado de la página Trans – Revista Transcultural de Música- un estudio sobre el nacionalismo gallego y en el que cita con gran aportación de datos la vida de José Fernández Vide (1893-1981), músico orensano con una gran producción de obras, producción que ha estado enmarcada por la emigración. Su artículo dice lo siguiente:




JOSÉ FERNÁNDEZ VIDE

La obra de un músico de la emigración



“…….El gran tema del nacionalismo gallego, tanto por razones de contenidos como por el propio discurso de sus protagonistas, hay que plantearlo en dos frentes: desde la propia realidad gallega, y desde la otra orilla de la emigración. Por un lado, el proceso creativo de nuestros compositores, sujetos a una formación preferentemente eclesiástica, sufre una profunda transformación en contacto con ultramar; de otro lado, su obra y su propia vida se ven sometidas al fuerte crisol de la emigración, cuyas directrices, planteamientos, y posturas de cara al concepto de identidad condicionan en buena medida los procesos discursivos de "nacionalismo".


La figura de José Fernández Vide (Ourense, 1893-1981) es la ideal para seguir ese proceso evolutivo de un autor en la emigración: su formación eclesiástica, estancia en La Habana, regreso a su Ourense natal y gran reconocimiento a nivel local. Su producción (más de un centenar de obras) permite analizar el proceso transcultural en sus diferentes estadios, además de mostrarnos un arquetipo de la figura del compositor gallego condicionado por la propia representatividad de su trabajo, antes y después de su salida de Ourense, y su propio compromiso con la lengua y la música de elaboración folklórica que creó……”



“…….El maestro Vide se traslada a La Habana en 1924, a requerimiento del Centro Gallego para trabajar como docente en la Academia de Bellas Artes de la institución. En 1920, tras una etapa de cierta inactividad, el Centro Gallego reformaba sustancialmente su plan de estudios, contratando a nuevos docentes: a Eustaquio López y, cuatro años más tarde, a Fernández Vide, nuevo director del orfeón, de la rondalla y profesor de instrumentos de pulso y púa. “ “……..Llama la atención la concentración de músicos orensanos que llegaron a trabajar en torno a aquellas fechas en La Habana: R. Fortes Alvarellos, J. Guede, J. Zon, Maximino F. Saborido, David Rodríguez, entre otros, lo que corrobora la tesis de que las relaciones personales y los pequeños círculos locales funcionan eficazmente en el momento de establecerse contactos y recomendaciones. En el caso gallego, en el seno de las pequeñas asociaciones, se irá nucleando la sociabilidad de los gallegos emigrados, quienes, en una sociedad poco cohesionada, que recibe una gran cantidad de nuevos ciudadanos de diferentes nacionalidades, tiende a asumir fórmulas de asociación primarias, ya practicadas en sus países de origen, más que a integrarse en una nueva sociedad diferente y hostil para ellos….”


“……Como le ha sucedido a otros autores gallegos que le precedieron, el maestro Vide ha quedado vinculado al movimiento galleguista, especialmente al círculo orensano de la Revista Nós, sin que su trayectoria personal permita hacer esta lectura; no obstante, su compromiso con el propio idioma gallego y el contenido de su obra musical le han permitido pasar a la posteridad como un destacado miembro del movimiento galleguista: un auténtico "fillo do pobo" (un hijo del pueblo) como escriben las necrologías. Fue persona muy querida en la ciudad; en donde se halla enterrado, en el panteón de su Orfeón del cementerio de San Francisco, desde su fallecimiento el 20 de noviembre de 1981, víctima de un ataque cardíaco…..”



JUAN MONTES CAPON 


Nacido en Lugo, el 13 de abril de 1840. Falleció el 24 de junio de 1899.
Genial compositor, pianista, organista y director de coros, bandas y orfeones de la música nacionalista cultural gallega. Es, sin duda, el genio musical más inspirado, más importante y más premiado de Galicia por la cantidad y calidad de sus composiciones e interpretaciones musicales y folclóricas que cantan deliciosamente el vivir, respirar y sentir del pueblo gallego. A los diez años ingresa en el Seminario Conciliar de su ciudad natal, en el que cursa con excelentes calificaciones toda la carrera (cuatro años de Latinidad y Humanidad, dos de Filosofía y cinco de Teología) y en el que pronto se manifestarían sus aptitudes musicales. El vicerrector del Seminario lo encarga de la creación de un coro de seminaristas. Entonces oposita a una plaza vacante de organista en la catedral de Mondoñedo. Como no tenía la edad requerida Montes no pudo tener derecho a la plaza. En 1863 termina sus estudios eclesiásticos pero rechaza la carrera sacerdotal para dedicarse totalmente a la música.

En 1871 oposita, sin éxito, a la plaza de organista segundo de la catedral. Por encargo del Ayuntamiento, reorganiza la Banda Municipal con la que dará múltiples conciertos desempeñando su dirección hasta 1890. En 1879 crea el Orfeón Lucense, con el que gana el primer premio en un certamen organizado en Ferro. En 1887 el Orfeón Lucense cambia su denominación por la de Orfeón Gallego y a partir de entonces comienza una carrera brillante de triunfos.

Su autodidactismo hizo que ya en su época de Seminario compusiese villancicos de sabor local, plegarias, himnos y una partitura ya considerable titulada Las siete palabras de Cristo en la Cruz. En 1888 obtiene un primer premio en Vigo con la Alborada Gallega para banda, en A Coruña obtiene también primeros premios con las obras As lixeiras andoriñas (balada), O pensar do labrego (balada) y Sonata Gallega Descriptiva, para dos violines, viola y violonchelo, de la que realizaría un excelente arreglo para banda. En otro certamen en Vigo en 1891 obtiene dos primeros premios por Aires Populares de Galicia (pasodoble) y Nocturnos, también en León (1892) por Himno, para voces solas, y Barcarola, para orfeón, en Pontevedra con Romanzas Gallegas y también un primer premio en La Habana en 1892 con la balada Negra Sombra. Son muchos más los premios conseguidos también con el Orfeón Gallego en certámenes de toda España con obras como Cuarteto de arco, Misa, Las siete palabras, Te Deum, Oficio de Difuntos, Misa de Réquiem, Pregaria á Virxen do Rosario, Ofertorio-Marcha sobre el himno "Ave María Stela", varias misas más, plegarias, himnos,etc.

Dentro de su producción profana destacan Himnos, O bico, Rapaciña si quisieres, Pasodoble de Trompetas, Aires populares de Galicia, etc.

Su balada Negra Sombra, a cuatro voces, expresa musicalmente el triste, constante y doloroso pensamiento de la muerte que como fantasma embarga al alma gallega, que siente, como algo propio e íntimo, el poema de Rosalía de Castro “cando penso que te fuches, negra sombra que me asombras"," o pe dos meus cabezales tornas me facendo mofas”. La balada Unha noite na eira do trigo canta deliciosamente y tiernamente la nostalgia y la morriña de los emigrantes gallegos, recordando y añorando su tierra, familia, costumbres y tradiciones.



Negra Sombra (Xoan Montes / Rosalía de Castro)
Banda Filharmónica de Galiza
Corais de Compostela
Director: Xosé Carlos Seráns



PASCUAL VEIGA


Pascual Veiga (Mondoñedo, 9 de abril de 1842 - Madrid, 12 de julio de 1906), fue un compositor y músico precoz, autor de la popular Alborada y de la música del Himno de Galicia, y figura fundamental del Rexurdimento Gallego.

En su ciudad natal toma un primer contacto con la música, como niño de coro. Al igual que le ocurrió a Juan Montes, se presenta a las oposiciones para organista de la Catedral de Mondoñedo y de la Colegiada de Covadonga, que no gana por no tener la edad requerida. Fue organista de la Iglesia de Santo Domingo de Betanzos y de la Colegiada de La Coruña, además de profesor del Conservatorio Nacional de Madrid. Fundó y dirigió varios orfeones, recibiendo numerosos premios. Durante esta época compone la que sería una de sus obras más emblemáticas, la Alborada de Veiga, que sería estrenada en Pontevedra, en el año 1880, despertando gran admiración en Galicia, y convulsión entre el galleguismo de la diáspora. Dos años después funda El Nuevo Orfeón, más tarde conocido como Orfeón El Eco, y que pervive hasta nuestros días. En el año 1889, funda el Orfeón Coruñés nº 4, y durante la Exposición Universal de París (1889), gana con él la medalla de oro y las Palmas Académicas. En 1896 se va a vivir a Madrid, donde dirige el Orfeón del Centro Gallego y el Orfeón Matritense, y trabaja como profesor del Conservatorio nacional.


Alborada Gallega Carlos Núñez (Pascual Veiga)


Entre sus obras destacan trabajos tan importantes en la cultura gallega como Alborada Gallega, también conocida como Alborada de Veiga, La escala y la música de Os Pinos (Himno Gallego), fruto de la correspondencia mantenida entre Eduardo Pondal, autor de la letra, y el propio Veiga.

Muere en Madrid el 12 de julio de 1906; seis meses más tarde, y gracias a unas gestiones de Fontenla Leal en Cuba, el Himno Gallego se estrenaría el 20 de diciembre de 1907 en el Gran Teatro de La Habana.



Himno Galego (Pascual Veiga)
Orquesta Sinfónica de Galicia
Director: Máximo Zumalave


Con motivo del centenario de este evento, y de la muerte del autor, se celebró en el año 2007 un congreso sobre su figura, en Santiago de Compostela. En ese congreso, se intentó recuperar la memoria del músico y de su obra, ya que la inmensa popularidad del Himno y la Alborada, eclipsaron el resto de sus composiciones, e incluso al propio autor. Se hicieron revelaciones inéditas sobre su vida El 22 de diciembre del 2007 tuvo lugar la inauguración de un busto dedicado a su memoria, y en su ciudad natal está ubicado asimismo un auditorio con su nombre.

Sus restos reposan en el cementerio antiguo de Mondoñedo, bajo un monumento y sepulcro sufragado por los Gallegos de la emigración. En él se puede leer textualmente:


«Homenage a Pascual Veiga, autor de la Alborada»

y debajo una mención a la diáspora gallega en Buenos Aires, que sufragó el monumento.